Por Ediciones Isumatag, Naturaleza Indómita y Último Reducto
Recientemente (27 de
octubre de 2025) la editorial Errata Naturae ha publicado una colección de
textos de Theodore Kaczynski bajo el título Desde un bosque lejano.
Tecnología, colapso y revolución. Entre estos textos está el conocido
manifiesto de Unabomber, La sociedad industrial y su futuro. En su
prólogo, el editor afirma que “esta es la primera edición en castellano de [los
principales escritos de Kaczynski], casi treinta años después de su detención”.
Esta afirmación es simplemente falsa. En castellano, solamente en castellano,
ha habido más de una decena de ediciones diferentes del susodicho manifiesto,
algunas tan tempranas como la de Perfil Libros en 1997 o la de las extintas
Juventudes Libertarias en 1998. En cuanto a los escritos más cortos, también
han circulado en formato libelo desde el cambio de siglo y en un compendio desde
2005[i].
En concreto, en lo que
nos atañe, Ediciones Isumatag publicó la única edición en castellano que ha
contado con las aclaraciones y la autorización del propio autor[ii]. El “traductor”
de esta edición, Último Reducto[iii],
llevaba escribiéndose con Theodore John Kaczynski desde varios años antes de
realizarla y, gracias a ello, pudo aclarar muchas cuestiones relativas a los
temas que se describen y analizan en ese manifiesto. Los miembros actuales de Naturaleza Indómita[iv]
participaron también en la elaboración y publicación de dicha edición.
Lo peor de todo, no es
que la afirmación del prólogo de la edición de Errata Naturae acerca de la
exclusividad y novedad de su edición sea sencillamente falsa, lo peor es que es
mentira. No somos tan ingenuos como para creer que Rubén Hernández, el editor “profesional”
de Errata Naturae que perpetró dicho prólogo, no sabía nada acerca de la
existencia de ninguna de las ediciones anteriores en castellano de esos textos
de Kaczynski. Probablemente hoy en día sea imposible para cualquier mercachifle
hacer publicidad comercial de sus productos sin recurrir a cierto grado de
ridículo y exagerado autobombo, pero Hernández se ha pasado de la raya.
Pretende convencernos de que él acaba de inventar la rueda para encima
vendernos un neumático mal recauchutado.
Ya que estamos, aparte
de denunciar esta falacia, vamos a exponer las siguientes críticas a este libro
de Errata Naturae.
§
La edición tiene serias
deficiencias a varios niveles:
1. A nivel meramente técnico es una chapuza
monumental. La “traducción” y edición de los textos es pésima y nada
profesional.[v] Desde un bosque lejano contiene
unos textos notablemente mutilados y manipulados aquí y allá según criterios muy
alejados de lo admisible en una traducción seria. El libro está lleno de interpretaciones demasiado “laxas” -más
bien ideológicamente motivadas y sesgadas-;[vi]
omisiones totales[vii] o parciales[viii] de
fragmentos presentes en el texto original;[ix] o
añadidos injustificables al texto original sin señalar que son obra del “traductor”,
Marcos Nava, de modo que parece que esos fragmentos añadidos fueron escritos
originalmente por Kaczynski.[x]
Además de confusiones gramaticales que modifican seriamente el significado del
texto.[xi]
2.
A nivel
ideológico/psicológico, ningún traductor que pretenda ser profesional
debería prestarse a reescribir manuscritos según la ideología dominante del
momento o del pagador. Cualquier traductor que verdaderamente se precie de
serlo tratará de mantenerse fiel al contenido de la obra que esté traduciendo,
pero Nava es un izquierdista tan sobresocializado y gazmoño que, a la hora de “traducir”
(si es que se puede llamar “traducir” a eso que él hace) es incapaz de evitar
anteponer su propio credo ideológico y sus melindrosos escrúpulos políticamente
correctos al rigor y calidad como traductor.[xii]
En cuanto al editor,
tres cuartos de lo mismo. Ningún editor profesional que no esté seriamente
limitado por su propia camisa de fuerza ideológica (o que no sea un
sinvergüenza; véase 3) aceptaría semejante manipulación de la obra original.
Ambos, “traductor” y editor, son precisamente ejemplos paradigmáticos de esos
izquierdistas a los que describía y se refería Kaczynski en sus textos
originales. Y encima ellos se creen que no lo son y que los izquierdistas son
otros. El doctor Kaczynski les ha dado, póstumamente, un diagnóstico y ambos
están en la fase de negación del mismo.
3.
A nivel moral,
añadir, eliminar o modificar partes del texto original, para hacer decir a la “traducción”
lo que en realidad el original no dice está mal y, aunque Nava sea culpable de
haber destrozado el texto original combinando su incompetencia como traductor y
su intolerancia pacata a todo aquello que se salga de su estrechez ideológica,
Hernández, tiene incluso más responsabilidad, precisamente por ser el editor,
ya que ha tolerado, aceptado y difundido las chapuzas y trampas hechas por Nava
y las ha publicado, a sabiendas de
que lo son y de que el texto original no se parece en realidad prácticamente
nada a ese engendro que él ha publicado. Sabe que cualquier libro de Kaczynski
se va a vender bien, aunque la “traducción” sea una reverenda mierda progre (o
quizá precisamente debido a ello), y lo demás se la pela.
No podemos por menos
que sospechar que la clase de modificaciones que han realizado Nava y
Hernández, las cuales cambian sustancialmente el sentido de lo que se expresa
en los textos originales de Kaczynski, responde en buena medida a un intento de
tergiversar o edulcorar las ideas de éste, para que casen no sólo con la propia
mentalidad progre y políticamente correcta de estos dos sujetos, sino con la de
un público muy concreto al que pretenden vender un producto retocado a su medida:
los demás izquierdistas como ellos.
En realidad, a pesar
de los aparentes elogios y pretendido interés por la figura y los escritos de Theodore
John Kaczynski que Hernández expresa en el prólogo, ninguno de ambos, “traductor”
o editor, muestra en la práctica la
más mínima decencia (poco han aprendido del texto “Moralidad y revolución” que
incluyen en esta edición) ni ningún respeto por un autor y una obra de los que
claramente se están aprovechando política y económicamente.
En resumen, tanto la
editorial como el “traductor” han tenido la desfachatez de alterar el texto
original a su antojo de forma infame, sin siquiera señalar y aislar dichas
modificaciones en forma de notas del editor/traductor como deberían haber hecho
de tener un mínimo de vergüenza (esto además es un ejemplo de 1 también).
En consecuencia, este
despropósito de edición de algunos de los textos de Kaczynski es, sin duda, la
peor de las que hemos podido leer en España.
§
En
el prólogo hay además una serie de informaciones erróneas, las cuales creemos
importante comentar:
- El editor dice que “[Kaczyski]
estuvo implicado en las actividades de grupos ecologistas radicales como Earth
First! desde 1987”. Salvo por su participación en la Audubon Society en su
juventud, no tenemos constancia de que Kaczynski participase como miembro en
otros grupos ecologistas, radicales o no. Y hay que señalar que en realidad
Kaczynski tampoco llegó nunca a participar en Earth First! (EF!) como miembro.
De hecho, cuando una vez intentó contactar con esa organización para integrarse
en ella, la impresión que obtuvo fue que los miembros con los que había
contactado eran “izquierdistas poco socializados”.[xiii]
Aun así, sí que parece que siguió a distancia y desde fuera la evolución de EF!
e incluso les mandó sugerencias sobre estrategia.[xiv]
- Hernández, basándose en Alston
Chase, menciona una lista de lecturas que supuestamente inspiraron el
pensamiento de Kaczynski. Esta lista de presuntas influencias puede que sea
falsa en gran medida, según explica Sean Fleming, estudioso del caso Unabomber que ha
tenido ocasión de investigar en detalle las obras que inspiraron o servían para
apoyar la argumentación del manifiesto, en su artículo de 2021, “The Unabomber and the origins of anti-tech
radicalism”, publicado en Journal
of political ideologies: “No hay pruebas de que Kaczynski leyese a la
mayoría de los autores que Chase y Corey citan como sus influencias, pero sí
hay algunas pruebas de que Kaczynski no leyó a algunos de ellos. […
Kaczynski escribió en sus notas privadas] que ‘nunca había leído nada’ de
muchos de los autores [que Chase y algunos otros] citan como fuentes del
Manifiesto: Alfred Adler, Hannah Arendt, John Dollard, Leon Festinger, Chalmers
Johnson, Barrington Moore, Lewis Mumford, Mancur Olson, Talcott Parsons y E. F.
Schumacher. Kaczynski confirmó que había leído a B. F. Skinner, así como tres
libros de Jacques Ellul: The Technological Society, Autopsy of
Revolution y Propaganda. No obstante, negaba que el Manifiesto
estuviese influenciado por varios de los autores que había leído. En
particular, ‘leí una pequeña parte de The Authoritarian Personality [de
Adorno et al.], pero dejé de leer cuando se desvió hacia tonterías
psicoanalíticas’. Leyó Growing Up Absurd de Paul Goodman, pero no
‘hasta después de que el N.Y. Times y
otros hubiesen recibido el Manifiesto’”.
Por cierto, hablando
de dudosas influencias intelectuales, en una nota añadida en la página 54, el
“traductor” dice[xv]:
En realidad, el concepto en
el que Kaczynski basa su antropología y su crítica de la alienación evoca el
trabajo sobre uno mismo que encontramos, por ejemplo, en autores como Henry
David Thoreau o Max Stirner. Por ello hemos decidido traducirlo como “proceso
de autorrealización”.
Sin embargo, en lo
referente a la idea del “proceso de poder”, Sean Fleming, en el artículo
mencionado más arriba, señala, acertadamente,
unos autores totalmente distintos: Desmond Morris y Martin Seligman. Fleming se
ha tomado la no pequeña molestia de consultar directamente una copia privada
del manifiesto, gran parte de las abundantes notas privadas y correspondencia
de Kaczynski que se conservan principalmente en el archivo Labadie Collection
de la Universidad de Michigan. Por supuesto, ni el “traductor” ni el editor de Desde
un bosque lejano han intentado siquiera hacer nada parecido a la hora de
preparar su edición y se ve que han preferido fiarse de fuentes dudosas o
simplemente darse a la creatividad y la ficción a la hora de referirse a
Kaczynski. Algo, por otra parte, muy habitual entre la mayoría de quienes
hablan públicamente de él.
- Hernández afirma que “Para
entender [el valor de ‘La sociedad industrial y su futuro’, así como el resto
de ensayos de Kaczynski], conviene por tanto situarlos en el contexto ruinoso
del último ciclo revolucionario en Occidente […] el canto del cisne de la
acción armada en esta zona del mundo: las Brigadas Rojas en Italia, la Fracción
del Ejército Rojo en Alemania, Acción Directa en Francia, ETA en España y
Euskadi, el Black Panther Party en Estados Unidos…” Además, en la página
siguiente, escribe: “aquel lobo solitario que se radicalizó en una biblioteca leyendo a los mismos autores que los demás
admirábamos, parecía representar algo que la izquierda creía perdido para
siempre: un vínculo sólido entre la teoría y la práctica [clásica expresión
marxista]...” (cursivas añadidas). Aquí, hábilmente, el editor dice sin decir. No
dice explícitamente que Kaczynski fuese izquierdista, pero sugiere que
Kaczynski fue un revolucionario inserto en el “último ciclo revolucionario de
Occidente” junto con un montón de grupos terroristas izquierdistas, usándolo
así como referencia para reprochar a la izquierda actual su falta de
autenticidad. Luego se sobreentiende que, según el editor, Kaczynski era un
izquierdista “de los de verdad”.
Además, que, de EE.UU., sólo menciona a los panteras negras,
habiendo habido en ese país en los años 70 un montón de envíos bomba (cientos
al año, a inicios de la década), seguramente casi todos por parte de grupos de
izquierdas. Allí, por aquel entonces, el terrorismo era algo habitual, no hacía
falta por tanto mentar a los grupúsculos marxistas-leninistas europeos. Pero el
editor, claramente albergaba una intención al hacerlo: sugerir que todos
estaban en el mismo ciclo a pesar de que fuesen diferentes. El editor insinúa,
mezcla las cosas, confunde, etc. con tal de vincular a Kaczynski con su (del
editor) versión de lo que, según él, tendría que ser la izquierda (un
anarquismo revolucionario de masas o algo así).
Recordaremos pues, lo que el propio Kaczynski dijo cuando en 2008
la editorial suiza Xenia publicó L’Enffondrement
du Système Tehnologique/The Road to Revolution, una
edición en francés e inglés de algunos de sus textos, también vinculándole
injustificadamente en el prólogo (obra del editor/traductor un tal Patrick Barriot)
con el terrorismo de izquierdas en particular y
con el izquierdismo en general:
Yo desconocía completamente el
contenido del epílogo del Dr. Barriot antes de la publicación del libro. Cuando
el libro salió a la luz quedé anonadado al ver que una parte del epílogo del
Dr. Barriot (la mitad superior de la página 360) repetía las mismas ideas
izquierdistas de las cuales yo siempre me he esforzado por mantenerme alejado,
y la otra parte me vinculaba con las “Brigadas rojas”, la “Facción del Ejército
Rojo”, el “Frente de Liberación Animal” y otros de los grupos de extrema
izquierda que yo desdeño”.[xvi]
Como se puede ver en dicha nota,[xvii] los
desmanes cometidos por Errata Naturae en esta edición no son algo nuevo, abusos
similares han ocurrido ya más veces en el pasado. No obstante, nadie había
llegado tan lejos tergiversando los escritos de Kaczynski. Ante esta actuación,
hemos tenido que extendernos en pormenores y detalles concretos para exponer
ejemplos ilustrativos y, sin embargo, solamente hemos mencionado una mínima
parte de todo lo que está mal en esta edición. Parece que, por desgracia, la
figura y obra de Theodore John Kaczynski atrae a cierto tipo de gente
indeseable e impresentable como la miel a las moscas. Y que estas sabandijas se
esfuerzan una y otra vez en arruinar esa miel con sus patas llenas de inmundicia.
Lo de Errata no engaña, más bien se queda muy corto.
Ediciones Isumatag,
Naturaleza Indómita y Último Reducto, noviembre
de 2025
Notas:
[i] Textos de Ted Kazcynski, 2005, Último Reducto,
Bilbao.
[ii] La sociedad industrial y su futuro, Freedom
Club, 2011, Ediciones Isumatag, Valladolid.
[v] Por cierto, esto no es algo que nosotros seamos los
primeros en criticar a Errata Naturae y al “traductor” de esta edición, ya que,
por ejemplo, en su momento Diego Clares, en su página web, también les criticó la mala calidad técnica de las
“traducciones” y ediciones de las obras de Henry D. Thoreau que habían
publicado. (Diego Clares, “Errata Naturae: las peores ediciones de las obras de
Thoreau”, en Henry D. Thoreau, 12 de
enero de 2020: https://thoreauencastellano.com/2020/01/12/errata-naturae-las-peores-ediciones-de-las-obras-de-thoreau/).
Encima reincidentes…
[vi] Como “traducir” “disruption” (“trastorno”) por
“desigualdad” (página 37) o “collectivism” (“colectivismo”) por “comunismo”
(página 39).
[vii] Por ejemplo, han eliminado los títulos de los
apartados que agrupaban por secciones los 232 puntos de La sociedad
industrial y su futuro, es decir, ningún lector de esta edición podrá saber
qué párrafos estaban en las secciones La naturaleza de la libertad o El
control del comportamiento humano, por ejemplo. También han prescindido de
un considerable número de notas explicativas que son parte del manifiesto
original y que han permanecido en las últimas ediciones en inglés revisadas por
el propio Kaczynski (en concreto, las notas numeradas como 1, 3, 9, 10, 11, 15,
16, 17, 20, 21, 22, 23, 27, 28, 32 y 35 en la primera edición en inglés de
1995).
Y, por ejemplo, en el punto 11 del manifiesto dentro
de lo que sería la sección Sentimientos de inferioridad, se expone cómo
reaccionan algunas personas que tienen baja autoestima o sentimientos de
inferioridad cuando en el lenguaje cotidiano se utilizan ciertas palabras para
referirse a algunos grupos presuntamente oprimidos. Estas personas encuentran
esas palabras despectivas o peyorativas. Ahora bien, en la edición de Errata,
el lector no va a encontrar esas palabras escritas porque cuatro frases enteras
dedicadas a exponer ejemplos concretos de las mismas no se han incluido en esa
edición. La corrección política del “traductor” (y probablemente también del
editor) ha actuado sobre un texto que explícitamente considera esa misma
corrección política un rasgo problemático del izquierdismo, además de un
indicador de trastornos psicológicos.
[viii] A algunas de las notas que sí han conservado en la
“traducción” les han quitado párrafos enteros y no precisamente de 4 palabras.
Por ejemplo, las siguientes notas del manifiesto (según la numeración del
original en inglés de 1995) están notablemente mutiladas en la edición de
Errata Naturae: 4, 6, 26, 30.
[ix] Además, en la última edición autorizada del
manifiesto en inglés (incluido en Theodore John Kaczynski, Technological Slavery, Vol. One, Enhanced Edition, Fitch &
Madison, 2022) hay nuevas notas obra del autor, trozos añadidos por Kaczynski a
algunas de las notas antiguas y comentarios suyos añadidos a algunos párrafos.
Por supuesto todo esto también falta en la presuntamente completísima, actual y
novedosa edición/”traducción” de Errata Naturae.
[x] Como, por
ejemplo, meter frases, obra del “traductor”, diciendo que es falso que las
“minorías oprimidas” sean inferiores (página 41) o que las mujeres sean más
débiles que los hombres (página 43).
O como añadir al
título del texto “Moralidad y revolución”, furtivamente de nuevo, “Una mirada
anarquista” como subtítulo, sugiriendo por tanto que dicho subtítulo es obra de
Kaczynski y que, por tanto, Kaczynski era anarquista. A este último respecto es
necesario señalar que en un añadido de 2016 a la nota 59 de la última edición
del manifiesto en inglés (incluido en Technological
Slavery, 2022, pág. 110), Kaczynski, renegó abiertamente del anarquismo: “En 1995 describí a FC como ‘anarquista’
porque pensé que sería ventajoso tener alguna identidad política reconocida. En
aquella época yo sabía muy poco acerca del anarquismo. Desde entonces he
aprendido que los anarquistas, al menos los de los EE.UU. y el Reino Unido, no
son más que un montón de ineptos y soñadores irremediablemente ineficientes que
no sirven para nada. Huelga decir que yo ahora rechazo cualquier relación con
el anarquismo”.
En este caso el
“traductor”, como en el resto de manipulaciones que ha hecho en los textos,
trata de arrimar el ascua de la fama de Kaczynski a su propia sardina
ideológica manipulando el texto de modo que el lector obtenga la impresión de
que Kaczynski era alguien ideológicamente afín al “traductor” y a su entorno
político (y viceversa). Es éste un claro y descarado ejemplo de cooptación o apropiación
ideológica.
[xi] Por ejemplo, el
fragmento del texto original: “The leftist is not typically the kind of person
whose feelings of inferiority make him a braggart, an egotist, a bully, a
self-promoter, a ruthless competitor. This kind of person has not wholly lost
faith in himself. He has a deficit in his sense of power and self-worth, but he
can still conceive of himself as having the capacity to be strong, and his
efforts to make himself strong produce his unpleasant behavior” (párrafo 19 de
“La sociedad industrial y su futuro”), se podría traducir aproximadamente así:
“El izquierdista no es la típica clase de persona cuyos sentimientos de
inferioridad hacen de él un fanfarrón, un egoísta, un abusón, un ambicioso o un
competidor despiadado. Las personas de
este tipo no han perdido completamente la confianza en sí mismas. Tienen un
déficit en su sensación de poder y de propia valía, pero aún pueden imaginarse
a sí mismas con capacidad de ser fuertes, y son sus esfuerzos por hacerse
fuertes los que producen sus desagradables comportamientos”. Claramente
Kaczynski se está refiriendo en todo este trozo a los fanfarrones, egotistas,
etc. que lo son debido a un déficit de autoestima, no a los izquierdistas. Y
esto queda bien claro en las frases que vienen a continuación en el original:
“But the leftist is too far gone for that. His feelings of inferiority
are so ingrained that he cannot conceive of himself as individually strong and
valuable. Hence the collectivism of the
leftist. He can feel strong only as a member of a large organization or a mass
movement with which he identifies himself” [“Pero para el izquierdista ya no
hay remedio. Sus sentimientos de
inferioridad están tan arraigados en él que no puede imaginarse a sí mismo como
alguien individualmente fuerte y valioso. De ahí el colectivismo del
izquierdista. Sólo puede sentirse fuerte como miembro de una gran organización
o de un movimiento de masas con los que identificarse”]. Sin embargo, el
traductor no sólo ha omitido (¿convenientemente?) estas últimas frases, sino
que ha traducido el fragmento anterior así: “Sin embargo, el izquierdista no
suele ser el tipo de persona cuyos sentimientos de inferioridad le conviertan
en un fanfarrón, un egoísta, un matón o un competidor despiadado. Por suerte no
ha perdido por completo la fe en sí mismo. Tiene un déficit en la percepción de
su propio poder como individuo y su sentido de la autoestima, pero aún lucha
por concebirse como alguien fuerte” (página 45). Es decir, ha alterado los
sujetos de las oraciones originales, otorgando a los izquierdistas, como él
mismo, un mínimo residuo de autoestima y fortaleza psicológica que, según el
texto original, ni siquiera tienen.
[xii] Por ejemplo, Nava no se atreve a traducir
literalmente ciertos términos presentes en el original y los sustituye por
eufemismos inexactos. Así, “traduce” el término “hate” como “rechazar” (página
43), cuando la única traducción adecuada es “odiar” y “traduce” “hatred” como
“castigo” o “cuestionamiento” (pagina 46), cuando realmente significa “odio”,
“desprecio” o “aversión”.
[xiii] Véase “Carta de Ted Kaczynski a David Skrbina del 30
de octubre del 2008”, págs. 2-3. (https://drive.google.com/file/d/1GlTO9kbS6iSlPoMwHq6i14qpLH0boeva/view?usp=drive_link).
[xiv] Véase el manuscrito en inglés.:
https://drive.google.com/file/d/1Xw9rAdnLXCDWxY0ARCb4h0nNGnrfTGbF/view?usp=drive_link .
[xv] En realidad esta presunta nota del “traductor” no es
más que una copia incompleta de una nota del traductor de la edición en francés
del manifiesto de Unabomber realizada por los izquierdosos anticapitalistas
“antiindustriales” L'encyclopédie
des Nuisances en 1998:
En américain [sic] power process: littéralement “processus de pouvoir”, qui n’a guère de sens en français. En fait le concept sur lequel Kaczynski fonde son anthropologie et sa critique de l’aliénation évoque l’exercice de soi à la manière de Thoreau, l’activité vitale comme Mumbford en parte, et aussi l’instinct de puissance distingué par Hesnard. On peut également y discerner quelque chose de l’égoïsme affirmé par Stirner. Tout cela étant, “processus d’auto-accomplissement” a paru la traduction la plus convenable. (N. d.T.). [En inglés americano power process: literalmente “proceso de poder”, que no tiene mucho sentido en francés. De hecho, el concepto en el que Kaczynski basa su antropología y su crítica de la alienación evoca el ejercicio de uno mismo al estilo de Thoreau, la actividad vital tal y como la describe Mumford, y también el instinto de poder distinguido por Hesnard. También se puede discernir en él algo del egoísmo afirmado por Stirner. Teniendo todo esto en cuenta, “proceso de autorrealización” nos pareció la traducción más adecuada. (N. del T.)].
¡Menuda referencia! Dios los cría y ellos se juntan.
[xvi] Fragmento de “Nota acerca de The Road to Revolution” de Ted Kaczynski (6 de abril de 2009). El original manuscrito de este fragmento en inglés se puede ver en:
https://drive.google.com/file/d/1Xw9rAdnLXCDWxY0ARCb4h0nNGnrfTGbF/view?usp=sharing.
[xvii] Véase: “Nota acerca de The Road to
Revolution": https://ultimoreductosalvaje.blogspot.com/2015/03/nota-acerca-de-road-to-revolution.html.