14 de noviembre de 2021

Nueva reimpresión

La sociedad industrial y su futuro sigue recibiendo atención por parte de muchas personas; en concreto, la edición que realizamos hace más de diez años continúa siendo demandada. Desde aquí agradecemos la confianza dada a nuestra edición. Cualquiera con un ordenador sabe lo fácil que es acceder instantáneamente al manifiesto de Unabomber en alguna de sus versiones digitales. En cierto ambiente alternativo y de apariencia rebelde, son muy dados a reeditar este manifiesto a partir de la peor versión en español que conocemos, como ya indicamos aquí. Incluso hay una edición que al usuario julioruminawi le pareció apropiado identificarla como la de Isumatag. No deja de llamar la atención cómo recurrentemente en ciertos ambientes activistas izquierdistas se dan los mismos comportamientos; ajenos al desaliento, su compromiso con la cutrez y la chapucería permanece imperturbable. Paradójicamente, La sociedad industrial y su futuro proporciona las claves para entender ese tipo de comportamientos.





A pesar del cuarto de siglo transcurrido desde su primera publicación en inglés, este pequeño libro también nos facilita entender algunos eventos del presente. Terminó ayer en Glasgow otra conferencia sobre cambio climático de la ONU y lo que escribimos hace tiempo sigue siendo certero. Es un ejemplo de los temas sobre los que este manifiesto arroja reflexiones muy lúcidas.

Otro más es el asunto de la corrección política. En los centros neurálgicos de la sociedad tecnoindustrial, suelen darse los cambios culturales que luego, con retraso, llegan a las zonas colonizadas culturalmente por él. Este es el caso de España. La corrección política varía conforme cambian las características de las ideologías dominantes, que responden a su vez a las condiciones materiales de las sociedades. Si hace unas cuantas décadas, el catolicismo era la norma gracias al poder del Estado y la Iglesia, hoy las tornas han cambiado. La corrección política dominante ha pasado de ser la católica a la izquierdista. Los que antaño defendían la libertad de expresión, la justicia y otras “nobles causas” hoy comandan los aparatos de propaganda y deciden lo que es aceptable decir y lo que no. Este cambio en la corrección política no es sólo el fruto de las batallas políticas, donde unas veces gana un bando y otras veces gana otro bando. Este cambio involucra procesos de cambio de largo recorrido que vienen dándose en las sociedades tecnológicamente más desarrolladas, como trata de explicar La sociedad industrial y su futuro. Hoy día 14, termina el congreso “Corrección política: libertades en peligro”, promovido por organizaciones católicas y apoyado por la Iglesia y sus medios en España. Vivimos tiempos en los que se pueden observar las mutaciones que se producen al abandonar el poder y las que se producen al acceder a él. La Iglesia católica, una organización que ha sido capaz de metamorfosearse para estar cerca del poder durante siglos y ajustar su doctrina a los tiempos, ahora es víctima de uno de sus nietos. El socialismo fue su hijo bastardo y las corrientes izquierdistas que derivan de él hoy ayudan a consolidar la ideología predominante del sistema. Aún así, se presentan como una rebelión contra un sistema anterior injusto y autoritario, cuando ellas son parte del sistema, el célebre “mejor truco del sistema”. Que estos cambios en las corrientes políticas dominantes del momento se corresponden con cambios sociales profundos y de mayor largo plazo lo explican muy pocos libros. Y este, además, lo hace defendiendo la libertad propia de los Homo sapiens, y no ensoñaciones y chorradas religiosas.